Te preguntaste alguna vez “¿qué es para ti la sexualidad?, ¿cuál es la diferencia entre sexualidad y sexo?, ¿qué conceptos que están relacionados con la sexualidad has aprendido a lo largo de tu historia vital?, ¿qué tan fácil es para ti hablar sobre la sexualidad con tu familia, tu pareja o tus amigos? o ¿cómo te sientes cuando al estar con otras personas se habla sobre aspectos relacionados con la sexualidad?”.
La sexualidad es una de las múltiples facetas que configuran la identidad de una persona, es decir, la suma total de todo lo que ella puede decir acerca de sí misma cuando se pregunta: ¿Quién soy yo? Por lo tanto, si una persona acude a terapia por algún tema relacionado con la sexualidad se abren muchísimas variantes de la consulta que darían para varios artículos bien distintos. Es por eso que en este artículo sólo nos proponemos hacer una introducción al tema, que permita a los lectores entender que es la sexualidad, la salud sexual y las posibles consultas que pueden hacerse en el consultorio psicológico sobre el tema.
De entrada, al hablar de sexualidad muchas personas de inmediato asocian el término con lo referido al sexo. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la sexualidad como un aspecto central en el ser humano, presente a lo largo del desarrollo de la vida, que involucra el sexo, la identidad y los roles de género, así como también la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción. La sexualidad se experimenta y se expresa en los pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, comportamientos, prácticas, roles y relaciones. En la definición de la OMS se enuncian los elementos constitutivos de la sexualidad y se evidencia que se trata de un fenómeno complejo que pone en juego múltiples aspectos del ser humano
Somos seres sexuados desde que nacemos hasta que morimos y esto no es algo estático sino más bien dinámico, que va cambiando conforme nosotros cambiamos. Va mucho más allá de la genitalidad, la reproducción o las prácticas sexuales eróticas. La sexualidad en sentido amplio y actual se piensa influida por factores biológicos, psicológicos y sociales que no pueden ser considerados de forma aislada ya que se relacionan entre sí junto con aspectos económicos, políticos, culturales, éticos, legales, históricos, religiosos y espirituales. Es por eso que la información y el conocimiento que adquirimos desde la sociedad y la cultura en el ámbito sexual nos influye en nuestro propio conocimiento, acerca de nosotros mismos y en la interacción que mantenemos con los aspectos tocantes a la sexualidad.
La sexualidad, al igual que las otras facetas de la identidad, tiene gran relevancia para el bienestar psicológico y el desarrollo integral de las personas. Con el fin de alcanzar lo que se llama Salud Sexual, un estado de bienestar psicológico (físico, mental y social) en el que la sexualidad se vive desde la aceptación, el respeto y la libertad, sin coacción, discriminación o violencia. También es importante nombrar los Derechos Sexuales y Reproductivos como parte integrante de los Derechos Humanos, que constituyen los estándares mínimos necesarios para que las personas puedan disfrutar del más alto nivel posible de salud, el cual les permita vivir dignamente.
Por último, y para cerrar este artículo introductorio al tema, es la Sexología la ciencia que estudia en la actualidad, la sexualidad del ser humano, el comportamiento sexual y sus diferentes manifestaciones desde el punto de vista psicológico y fisiológico. El conocimiento en esta área permite a los psicólogos comprender las necesidades de cada persona con el fin de detectar pensamientos, emociones y conductas disfuncionales a la vez que puede promover vías de solución que velen por la su salud sexual. Como dijimos al principio son muchas las áreas que en pleno siglo XXI, pueden dar lugar a un motivo de consulta en terapia. Abarca el sexo y la educación sexual, la pregunta por la identidad y el género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual, como por nombrar los más comunes.
Puede ser entonces que a raíz de alguno de estos temas están vivenciando dudas, emociones negativas o conflictos que consideras no resueltos y todo aquello que no está resuelto provoca malestar. Y puede convertirse en un grave problema a nivel relacional, llegando a afectar distintos contextos vitales. Por este motivo, ante su aparición, es imprescindible consultar a un profesional.
No existe una sexualidad ‘normal’ y única para todas las personas que determine cómo se ha de vivir el placer, sino que existen tantas sexualidades como individuos, cada persona con sus particularidades, determinadas por la personalidad, los conocimientos y la propia experiencia. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, roles y relaciones interpersonales, aunque no todas ellas se vivencian o se expresan siempre. Con lo cual cada persona debería poder emprender su propio camino de descubrimiento y exploración, sin miedos, culpas o prejuicios. La sexualidad para algunos puede ser una fuente de placer y de aceptación; mientras que, para otros, puede representar problemas y conflictos de diversa índole.
Eso no implica siempre que tenga que haber algún tipo de conflicto. Indagar y explorar sobre estos temas hace que puedas crecer y aumentar tu desarrollo personal, al igual que tu autoestima. El psicólogo puede facilitarte en este proceso de reflexión, de conocimiento personal y de autorreconocimiento como ser sexuado, observando tu propia sexualidad no como el resultado de imposiciones sociales sino como el producto de un proceso consciente de toma de decisiones.